## Somos

MARIO HERNÁNDEZ
45 años persiguiendo sueños

45 años persiguiendo sueños

Un día de julio de 1978, el empresario santandereano Mario Hernández Zambrano le dio vida a un sueño que tenía desde que probó suerte en el mundo del cuero: crear una oferta de productos exclusivos, con la calidad de una marca de lujo, algo que difícilmente se encontraba en ese entonces en el mercado nacional.

Antes de dar este paso, se asoció con su hermano Álvaro para comprar un almacén de artículos de cuero llamado “Govis”. Dos años más tarde ya tenían ocho puntos de venta en diferentes zonas de Bogotá.

Sin embargo, él seguía con la idea fija de diseñar lo que no veía a su alrededor. Fue así que compró la compañía Marroquinera D.C. y trasladó sus instalaciones de Cali a Bogotá.

De esta decisión nació Marroquinera S.A., su empresa de productos de cuero, y la fábrica quedó inicialmente establecida en la carrera 59 No. 9-77.

Solo pasaron un par de años y la edificación ya no daba abasto. De ahí que determinaran trasladar la fábrica a la carrera 68 D con calle 13, donde está hoy día. Por esa época, la compañía abrió las puertas de cuatro almacenes con los nombres de Cuerolandia y Marroquinera.

Pronto el sueño de Don Mario empezó a tomar forma.

Marroquinera S.A. se centró en un comienzo en el mercado masculino y su calidad llegó a ser tan reconocida que le maquiló a prestigiosas firmas internacionales, entre ellas la marca suiza Bally de la que trajo la franquicia para Colombia.

De Marroquinera S.A. a MARIO HERNÁNDEZ

Esta experiencia sobró en el empresario el sueño de la internacionalización y con él la apertura de su primera tienda en el exterior, ubicada en el Trump Plaza en Nueva York.

Y aunque la ensoñación duró poco, pues en 1995 tuvo que cerrar, la marca dio un gran salto hacia su futuro: pasó a tener el nombre de su fundador y le apostó también al mercado femenino.

Desde entonces, MARIO HERNÁNDEZ se ha convertido en referente de innovación, calidad y elegancia. Además, se ha empeñado en mantener la esencia artesanal del trabajo hecho a mano, así como el misticismo que hay detrás de la transformación del cuero en piezas que cuentan historias; relatos de un lujo proveniente de la tierra que pisamos y de la riqueza que esta nos ofrece, de ese pasado que nos convirtió en el pueblo que somos hoy.

La figura mitológica del unicornio, inspirada en el caballo de paso fino colombiano, patrimonio genético de nuestro país —una expresión del realismo mágico que ofrece nuestro territorio—, y las mariposas, introducidas en 1999 por su fundador, son los íconos que han vuelto a la marca nacional e internacionalmente famosa.

Hoy, 45 años después, sigue siendo referente del lujo marroquinero gracias a la gran factura de sus productos, a la nobleza de sus materiales y a la experiencia de sus artesanos.

Cuenta con un portafolio de productos que incluye bolsos, zapatos y accesorios como billeteras, porta pasaportes, monederos, tarjeteros, cosmetiqueros, cartucheras y porta relojes, entre otros. También ofrece morrales, maletas, gafas, guantes, sombreros, relojes, carrés de seda y ruanas, elaborados con materiales de la más alta calidad.

Tiene 51 tiendas repartidas a lo largo y ancho de Colombia, y presencia en Panamá, Venezuela, Costa Rica y Aruba. Así mismo, vende virtualmente en Estados Unidos y próximamente en México. Además, cuenta con 1.500 empleados alrededor del mundo

MARIO HERNÁNDEZ

45 momentos más relevantes en 45 años de historia

de una marca con corazón colombiano

La firma de marroquinería y productos de lujo ha construido un largo camino —lleno de subidas, pero no exento de bajadas—, desde su nacimiento en julio de 1978. Hoy es considerada una de las empresas de moda más importantes y reconocidas del país. Esta es la cronología de casi medio siglo persiguiendo sueños.

45 Amuletos

Elementos icónicos